La caceria...

El alcohol corria a litros esa noche fria. Pero yo sentia que nunca era suficiente para olvidar. Me puse mi traje de engaños, bebi el brebaje de la desmemoria, pinte una mascara perfecta sobre mi rostro, force una sonrisa alimentada por el desvario del libertinaje y me marche de casa.

Hacia dias que intentaba levantarme de mi propia tumba, quiza por eso me hice creer a mi misma que creia en esas palabras vacias, que si bien no eran ciertas sonaban bonitas.
Para cuando llegue a ese lugar me sentia mejor. Quiero decir, ya no sentia el vacio que se serñia sobre mi a cada instante, el vino cumplidor y las mentiras habian hecho su efecto, justo lo que se esperaba de ellos. La musica lleno mi cabeza de acordes que, como una escalera, use para salir del profundo avismo en el que me encontraba hasta hacia un rato. Eso tambien funciono.

Y depronto, ahi estaba el. Disimulado entre las marionetas. No fue gran cosa al principio, solo una explosion de belleza como otras tantas. Pero luego me hablò, y me di cuenta de que estaba entrando sin querer a un lugar en el que no sabia si queria estar.
A pesar del vino, mi instinto de presenvacion hizo bien su trabajo. Mi radar de peligros potenciales estaba activado y con una luz roja encendida y titilante. Cuidado!- me decia.
De su boca que me negue a provar, salieron palabras que me negue a oir. Aunque me di cuenta al dia siguiente, de que él habia plantado en mi sensaciones tan firmes, que a pesar de la resaca y la amnesia, todavia mi cuerpo podia recordar. ..

El comienzo...

Lo habia visto varias veces antes, pero estaba ciega y no habia reparado en el. Es curioso como la mente puede jugarle malas pasadas a una. Como puede hacer que estando parada frente a la perfeccion haga como si nada...
Pero todo encanto falso se acaba pronto, y este no fue la exepcion. La magia del chacal decayo poco a poco para ir dejando entrar a la luz verdadera. Aunque debo reconocer que fue util, y como él mismo lo predijo, fue el puente que lo precedio a él, a mi amo.

Esa tarde algo se senbro en mi. No supe que era hasta que ya estube demasiado dentro como para escapar. Vi sus ojos llenos de malicia y lo amé. Caí rendida a sus pies para ser su esclava por siempre. El sería quien me guiaría al paraiso de la fatalidad, para bien o para mal...

No fue intencional, lo juro. Pero me deje arrastrar a la oscuridad rayando en lo prohibido, en lo secreto, en lo peligroso. Me conquisto con delicias de psicodelia, con su aire de semental, con su seguridad inapelable. Su cabello, sus ojos....esos ojos.....sus rasgos delicados de angel que eran solo una mascara para pasar inadvertido entre la multitud de santurrones que creian ser demonios. Que sabran ellos de maldades exquisitas! Que sabran ellos de inflingir dolor real! En cambio el...el era experto en cuestiones de perversidad. El era como yo.

Los lujos eran su fachada para atraer a sus victimas que voluntariamente, como yo lo hice, caian en sus redes entregadas a su merced. El era el Rey de los vicios sin duda, el Señor de la noche, y ellos...pobres viciosos de ojos cerrados. En cambio yo...yo vi mas alla de sus alardes vanos y comtemple un mundo de posibilidades mas duraderas, mas vicerales. Si iba a entregarme a el, no seria por ver colores mas saturados ni por sentirme mas inmovil que una venus, no. Seria por el dolor puro de estallar en llantos de placer. Seria por sentir el aliento de la muerte dentro de mi pecho, presionandome hasta creer que ya no podria respirar jamas. Eso pretendia yo de el.......... y eso me brindo...