viernes, 3 de octubre de 2008

La caceria...

El alcohol corria a litros esa noche fria. Pero yo sentia que nunca era suficiente para olvidar. Me puse mi traje de engaños, bebi el brebaje de la desmemoria, pinte una mascara perfecta sobre mi rostro, force una sonrisa alimentada por el desvario del libertinaje y me marche de casa.

Hacia dias que intentaba levantarme de mi propia tumba, quiza por eso me hice creer a mi misma que creia en esas palabras vacias, que si bien no eran ciertas sonaban bonitas.
Para cuando llegue a ese lugar me sentia mejor. Quiero decir, ya no sentia el vacio que se serñia sobre mi a cada instante, el vino cumplidor y las mentiras habian hecho su efecto, justo lo que se esperaba de ellos. La musica lleno mi cabeza de acordes que, como una escalera, use para salir del profundo avismo en el que me encontraba hasta hacia un rato. Eso tambien funciono.

Y depronto, ahi estaba el. Disimulado entre las marionetas. No fue gran cosa al principio, solo una explosion de belleza como otras tantas. Pero luego me hablò, y me di cuenta de que estaba entrando sin querer a un lugar en el que no sabia si queria estar.
A pesar del vino, mi instinto de presenvacion hizo bien su trabajo. Mi radar de peligros potenciales estaba activado y con una luz roja encendida y titilante. Cuidado!- me decia.
De su boca que me negue a provar, salieron palabras que me negue a oir. Aunque me di cuenta al dia siguiente, de que él habia plantado en mi sensaciones tan firmes, que a pesar de la resaca y la amnesia, todavia mi cuerpo podia recordar. ..

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